Esta entrada se aleja mucho del contenido habitual de este blog
Llevo unos 4 meses tomándome Tinder como una especie de entrevista de trabajo. Soy metódico y conozco a muchas mujeres por aquí. No busco sexo, sólo busco conocer a personas, concretamente mujeres que me resulten atractivas. Más que nada por que si quisiese quedar con hombres, quedaría con mis amigos a los que ya conozco y tienen muy fácil hacerme reír. Se trata de alegrarse la vista y quién sabe si se tercia algo más.
Resulta que he conocido demasiadas chicas en los últimos meses unas 10 o 12 no he tenido sexo con ninguna, y de todas ellas sólo me han resultado atractivas dos. Pero dentro del resto de mujeres, poco vistosas unas 3 o cuatro me han pedido dinero. Algunas de forma directa otras indirecta, esto me ha llevado a pensar que la mayoría de mujeres que rondan Tinder son prostitutas.
Voy a desglosarlo a continuación aunque en el vídeo de arriba lo explico bastante bien con un caso que no quiero repetir ahora pero si queréis verlo hacer clic aquí. En resumen, las chicas en Tinder son más p**** que las p**** porque al menos con las profesionales del sexo, pagas por un servicio. Estas lo que quieren es abusar de pobres desgraciaos que están dispuestos a soltar billetes por un poco de compañía femenina. Como digo al principio del vídeo, yo entiendo que soy muy bueno y que unas buenas curvas pueden ablandarme. Pero yo creo que esa forma que tienen de abusar de la gente, por que estoy seguro que más de uno picará incluso podría contar anécdotas del año pasado en las que alguna mujer me ha sacado los cuartos sin yo recibir nada a cambio.
Como comento al final del vídeo podemos encontrar el caso contrario chicas dispuestas a ofrecerme sus atributos en bandeja por una hamburguesa cutre de MC Donalds. La historia es, hasta donde puede llegar la perversión y deshumanización en este tipo de APP's. Si compartes mi punto de vista te agradecería que compartieses el vídeo, me dejases un comentario aquí o allí y sobre todo compartieses tus anécdotas con la gente. Piensa que de los errores se aprende igual si son tuyos o los de otro, tenemos que conseguir que esa escoria deje de sangrarnos los bolsillos. Ojalá pronto quiten el toque de queda los fines de semana y podamos conocer a gente a la antigua usanza. Mientras tanto, toca conocer demonios que sólo se mueven por el Interés.
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